El cerebro aprende en movimiento. Por eso, en las clases de Kitsune los alumnos están siempre en acción.
Gracias al trabajo de la psicomotricidad, los niños estimulan su desarrollo físico, psíquico e intelectual.
A través del trabajo de la psicomotricidad, los niños descubren el medio y desarrollan sus habilidades.
Las clases de Kitsune incluyen manualidades, juegos de equilibrio, ejercicios de motricidad fina y gruesa, circuitos de psicomotricidad, dinámicas de grupo...
Este es el motivo por el que los alumnos de Kitsune se mueven con una soltura inigualable.
¿Quiéres verlo con tus propios ojos? Haz click en el vídeo.
¿Te has parado alguna vez a pensar en todo lo que implica el proceso de lecto-escritura?
Requiere poner en marcha la motricidad fina, la coordinación ojo-mano, el lenguaje, la memoria, la orientación espacial...
El trabajo psicomotor que se realiza en Kitsune sienta las bases para que los niños desarrollen el gusto por la lectura y la escritura.